La cuestión de la identidad nacional en Argentina estuvo atravesada desde su conformación por las disputas entre diversas facciones regionales y sociales. Siempre en cambio continuo, y compleja en sus múltiples aristas, la cuestión de la identidad no se deja sistematizar; no obstante, la dictadura cívico-militar del período 1976-1983 dio lugar a cambios radicales en la tríada que constituye la construcción de una subjetividad: la identidad nacional, la identidad grupal y la identidad individual. Las generaciones de posdictadura produjeron literaturas que, si bien se basan en sus precedentes, tienen características propias que evidencian estos cambios.
La obra de Carlos Gamerro es una referencia ineludible de esta narrativa argentina de posdictadura. Sus cinco primeras novelas, desde Las islas (1998) hasta Un yuppie en la columna del Che Guevara (2011), permiten recorrer esa bisagra identitaria mediante seis instancias clave de la historia argentina: la constitución nacional, el peronismo, la militancia de izquierdas en los años setenta, la dictadura, la guerra de Malvinas, y la posdictadura. Su literatura habilita una lectura nítida y profunda de los cambios producidos en la percepción de las identidades nacional, grupal e individual luego de los años setenta, a la vez que propone un sutil e intenso recorrido en relación a lo que implican un legado y el trabajo de duelo. La toma de distancia respecto de estas herencias es un modo de proyectar la vida luego de sucesos trágicos.