Dolorosamente bella
Ver en la oscuridad
Pasé mucho tiempo de mi infancia en la provincia de Santa Fe. Veranos en el río, inviernos al lado del hogar, tardes de mosquitos y humedad, noches de cumbia santafesina. Los Gaitán son de ahí. Si yo pudiera decir en qué momento se sembró la semilla de lo que soy ahora, creo que fue en ese tiempo que pasé en el litoral santafesino. Ese mismo que hoy está siendo destruido por los incendios intencionales.
La astrología espeja la cultura tal y como es, con sus estereotipos y mandatos. Este lenguaje abre una conversación con el otro y da permiso para ser como somos. Tal vez por eso tenga tanta fuerza entre milenials, centenials, feministas y colectivo LGTTBIQ+, porque son los grupos que buscan ir más allá de las normas, por fuera de una identidad fija.
Así tenemos la posibilidad de pensar nuestros mitos, relatos e identidades en movimiento y transformación.
Si buscamos la literatura escrita sobre Lilith, el mito y su significado, nos vamos a encontrar con interpretaciones que dicen que es el arquetipo de la mujer mentirosa, zorra, conflictiva y rabiosa. Por supuesto, es una posibilidad, pero no es la única. Lilith, bestias y monstruos se propone abrir los símbolos y, de este modo, las posibilidades de manifestación. En este territorio, también hay bestias y monstruos, Lilith no es la única que existe en el mundo, aunque tal vez sea una de las figuras más conocidas por la potencia que tiene el legado judeocristiano en Occidente. Este es un libro de cruces y mezclas, cuya intención es hacer un ejercicio de mitología comparada. Lu Gaitán, en su cuarto libro, ensaya una forma de la astrología bestial y monstruosa que nos saque de los mismos relatos de siempre.