Una mitología propia que se sumerge en el porteñismo melancólico.
Los Hombres Sensibles y los Refutadores de Leyendas, el polígrafo Manuel Mandeb y el músico Ives Castagnino, el poeta Jorge Allen y el Ruso Salzman, el sueño y la vigilia, los cierto, lo no tanto, el barrio de Flores y el resto de la ciudad. Como pocos, Alejandro Dolina supo darle forma en sus Crónicas del Ángel Gris a un universo con sus reglas y sus tiempos. Una mitología propia que se sumerge en el día a día de personajes que van y vienen de los rasgos más sentimentales de porteñismo melancólico a los aspectos más suspicaces y necios del habitante de la urbe. Un libro que, a más de treinta años de su publicación original, y en su apelación a dosis iguales de humor y nostalgia, se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura del Río de la Plata.